Y el hijo del hombre
Volvió a ser pregunta
Pero sin respuesta esta vez
Piedra sin rocosidad
Arena sin desierto
Pobreza de lo mundano
Así no vale -dijo una voz-
No te quiero derrotado
Por ser víctima de tu soberbia
No te quiero pobre sino rico
Ni humilde sino orgulloso
No quiero tus despojos.
Y si te hago falta
jamás serás- volvió la voz a decir-.
La fruición por los templos
Dirá si pudo aprender.