V POEMA A LAS NIÑAS DE ALCÀSSER
Sábado, 29 de agosto del 2.020
Cándidas doncellas arrójase presta quimera,
blancas palomas humanas del cielo
tocaban la gloria sus fuerzas de anhelo,
corazones alegres y música al río la primavera.
Aquellas tres hermanas, coronas de luz y vivir
da la vida un hondo océano su eterno raudal
produciendo mil amores aún por definir;
sin despedida preparada, morir noche puntual.
Impedir que el sol alumbre, el lobo lo sentía,
a traición por la espalda, les atacó luz de felonía;
besó la hermosura virgen, violó el camino:
empezó el averno, todo rápido y repentino.
Rápido el pueblo llegó oído el canto,
y como la pólvora reinó sollozante
a las tres flores de luna, les llegó el Santo:
de aquí en adelante es historia ya sonante.
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BONUS DEL POETA
Que en resumidas cuentas, nada es cuento,
todos las vieron jugando con la imaginación,
que ya en cielo sólo Dios tenía la razón
y los demás, ciegos de populacho sin sustento.
Todos se alimentaron de las tres flores de luna,
y sobre todo una televisión muy baja en calidad,
aprovechándose del dolor para hacer maldad,
todo un circo montado y dolor ninguna.
Hoy, tantos años de invención y teoría,
todos creen saber la verdad y jurarlo por pura:
sin pruebas y con la estupidez ya a la altura
más alta, a todos les guía más bien la umbría.
El crimen sigue teniendo mucho de que hablar,
pero yo digo, dejémoslas descansar ahora:
que Dios las tenga en su gloria a cada hora
y nosotros luchemos para que no vuelva a pasar.
NACHO REY