Hay un cielo infinito de azul
clavado como un telón
flamea al viento de la mañana
mientras empecinadas gaviotas
fuerzan la lógica.
Como mis pensamientos
que se caen en cada paso
de la senda que me lleva
a un destino lejos.
De tus palabras
ese ademán final
la mirada que jamás vi
del dolor que no salió
por dejarte y no luchar
del abandono sin perdón.
En un cielo limpio y azul
con pensamientos, dejados en las huellas
de cada uno de mis pasos
que desean regresar.