Camino ya sin tiempo
que su suelo expiró,
poema que un corazón herido
en su lecho de muerte cantó,
y las tenebrosas nubes bajaron a escuchar
palabras tristes de labios cansados
por tanto sollozar,
sus mantos tocaron el suelo
y el suelo se levanto,
sus mantos tocaron el silencio
y el silencio se estremeció,
tocaron también aquel árbol lújubre
abrazándolo la niebla de noche
y el árbol despertó.
Siguió el corazón herido en llanto
recitando su tétrico poema
que al mundo cautivó,
y se lleno el ambiente de tristeza
un corazón que no llora
un corazón que no sufre
no es corazón...
Y quiso él con su canto
despertar del fondo de su tumba
a quien en vida amó
pero la distancia es larga
y la tierra fuerte
y aunque el suelo de su quietud despertó,
aquel pálido cuerpo
postrado en su tumba
ese cuerpo frío ataviado de blanca inexistencia
ese no despertó.
Y la noche serena se hizo presente
nubes grises volvieron a su cauce
los suelos se calmaron
sobre la tumba un pajarillo cantó
y en la misma, despojándose
del último suspiro de sus versos
haciendo un silencio tajante
junto a la tumba de rodillas
el poeta corazón de tristeza murió...