La pared marrón,
mi voz está ronca,
los trenes pasando
me llevan soñando
hacia el horizonte
de un mundo de estrellas
que buscan tu cuerpo
de algodón y acero,
de piel y de seda.
Este es el Japón
tan lejos y extraño
donde vos no estás
y no sé muy bien
si volver a verte
está en lo planeado.
Relatos de historias
que vienen del viento
y me traen suave
entre los recuerdos
el tiempo ideal
que tengo en mi mente
cuando te seguía
con mis ojos llenos
de vos solamente
con lágrimas tristes
que se deslizaban
sobre mis mejillas
sin saber por qué
ni tener noticias,
pensando otra vez
si es que volvería
a adorarte dentro
de toda mi vida.