En los viejos arrabales ¡Cuántas historias tejidas!
sombras que como puñales dejaban hondas heridas.
Se levantaban amores que parieron las pasiones,
bajo tenues reflectores deambulaban burlones
los parias y los cantores del tango por los salones,
donde fueron forjadores de apasionados pregones.
Canciones del corazón tatuadas en la memoria
baladas sin parangón levitadas a la gloria.
El tango con sus percales lleva crónicas curtidas
con olor a los licores que despiertan los perdones
es verdadera pasión que paralizó la historia.