Comunmente vienes y doy vida a tus palabras, creí que eras mujer y desocupe mi mesita de noche para que me vieras dormir, el cuadro era extraño, a veces despertaba y todavía estabas ahí, yo trataba de no moverme para no asustarte y mirarte más. Si me despertaba bruscamente volabas rápido o simplemente desaparecias.
Muchas veces dormí para parecerme más a ti, pero tu piel es blanca, casi eléctrica, y tus alas amarillas fosforecen ante cualquier luz, te he visto salir de mi habitación y lanzarte por la ventana, eras mi amiga y yo escribía todos los poemas que tú querías, hasta hoy.
Hoy estoy muy enojada...
Te traté bien, te lo consentía todo, creí otras veces que eras mi musa o inspiración...
Pero hoy te vi salir de mí .