En aquel entonces
no éramos patriotas, sólo
sal y polvo
correteando la infancia.
Encima nuestro sol y nuestro cielo
debajo nuestra tierra y nuestras aguas.
En las manos el palo y las piedras
y los mangos al suelo.
Y un corazón en sobresaltos
cruzando la alambrada.
No éramos patriotas dije,
éramos el engaño de un sistema
que nos vendía la patria.
La consigna y el grito
nos nublaba la mente
y en muchas marchas
nos pudrió la garganta.
En aquel entonces tuvimos la suerte
de tener más de un amigo
amigos de acero que cuidaron la espalda.
Así fue todo
hasta el último huracán
que nos golpeó de frente
y nos lanzó a la vida
sin pluma en las alas.
En aquel entonces no éramos patriotas
sólo sal y polvo
...
19 de septiembre 2020