Cuando una madre llora es por muchas razones: uno podría ser por tristeza, otra por dolor inescrutable, otras tantas de alegría por ver los logros de sus hijos;
pero aún así, entre lágrimas, una madre siempre es fuerte, amorosa, cariñosa e intercesora por cada uno de sus hijos.
En este día que cumples una primavera más,
y recordando todas las veces que has llorado y las victorias que has ganado, le agradezco a Dios por tenerte aquí presente.
Puedo encontrar ese amor de madre, ese cariño inagotable, ese abrazo en la distancia, cuando más lo necesito. Siempre estás presente para abrigarme en tu pecho con un amor indescriptible.
Hoy tus hijos quieren honrarte y agradecerte por tu entrega y devoción , por eso en este tiempo te ofrezco mi cariño desde lo más profundo de mi pecho, dándote un abrazo sincero y que quebrante todas las barreras que haya desde aquí hasta Venezuela.