Recostado en tu regazo
Escuchaba tu sonrisa
Y ese palpitar, mi niña,
De tu pecho enamorado;
Me sentía en bello campo
Lleno de luz y armonía;
En tu mirada tranquila
Encontré un sutil espacio:
Una fuente de ternura,
Y de amor, un manantial
Donde ligera se ondula
La necesidad de amar;
Y con tus besos, en suma,
Encontré felicidad…