Dulce mañana de Piscobambina
Al levantarme y aspirar el aire puro,
con el primer canto del gallo madrugador,
deseo recibir de tus labios perfectos,
un sonoro y apasionado beso perfumado.
Mi alma y cuerpo se estremece vivamente,
con su primer abrazo del día primaveral ,
con sus encantos del rocío y fragancias
de las flores más hermosas de Socosbamba.
Las hojas frágiles de los árboles frondosos,
se contornean al sentir tu presencia,
el aroma de tu ambiente es puro y fresco,
oxigeno seductor, que ingresa a los pulmones.
Se escucha el bramido del ganado vacuno,
que anuncian una mañana de amor y felicidad,
calentando la mañana con un café de cebada,
acompañado de sus panes y chicharrones.