Recordando inviernos fríos
como tus brazos que no son míos
apuesto a la esperanza tu lejanía
que está a centímetros de ser mía.
Afuera y adentro está todo igual
roto, frío, sin señales de tu calor
podría obviar tu desdén sin igual
tirando por la ventana al desamor.
No puedo recordarte diferente
me inspiras por tenerte en mente
después de dos copas soy elocuente
resultándome versos locamente.
El reloj y su tic-tac me recuerda
que es hora de tu retirada
todo está ya programado
tengo que hacerme la cuerda.
No perder mi cordura, mi simiente
debes recordar que estuviste
muy profundo y no lo descubriste
te dejaste llevar por la corriente.
Que cada suspiro de decepción tuya
sea el impulso a descubrir nuevos caminos,
y cada uno haga que el porvenir fluya
para viajar a cielos de arreboles ambarinos.