Te tenía en mis manos, amor
y te me escurriste,
presta entre mis dedos;
quisiste besar el albor
de unos labios nuevos.
Ansiabas suspirar el viento,
y volverme loco con tus recuerdos.
¡Ah... brisa vespertina!
¡ojos bañados en desespero!
que a ti te quedó
la felicidad
y a mí sólo los lamentos.
DERECHOS DE AUTOR PATRICIA PALLE
LIBRO VI