Tarde
Siguen los días grises
y cargados de tristeza.
Parece como si esta melancolía y nostalgia
se pegara a las almas
y las nubes no pudieran
quitarse las legañas de encima.
Suspiro y pienso en ti.
Sé que estás cerca,
que tus latidos siguen ahí,
esperando que vaya a escucharlos,
que tu sonrisa también se ofrece
amplia y generosa,
que tu palabra, ahora en silencio,
espera para susurrarme al oído
todo eso que guarda y quiere ofrecerme
vivamente.
Ansío el sol,
los amaneceres alegres,
la luz entrando por la ventana
y jugando con sus rayos por el techo,
quiero el perfume de esta primavera que pasa
y que embriaga con el juego de colores,
quiero subir y volar con las mariposas por el campo,
quiero llevarte conmigo
y que veas todo esto,
que lo sientas,
que lo vivas,
que lo captes
y que llegues a necesitar sus latidos,
de una manera tan profunda,
que, sin ellos, tu vida no tenga sentido
y quede huérfana...
Te quiero,
te extraño
y te ansío,
¡poesía...!
Rafael Sánchez Ortega ©
13/05/20