A ése, mi amigo querido,
Franco, leal y sincero;
Ese amigo verdadero:
El poeta consentido;
Amigo como no ha habido,
Siempre de luz pebetero,
De los que apoyan, primero
En estar comprometido;
Es notable su prudencia,
Su virtud y su constancia;
Una fuente de sapiencia
Y refinada elegancia,
Siempre atento a la esencia
A la selecta abundancia…