Desnudo tu cuerpo, para palpar tu suavidad suntuosa
Con mis ojos delgados, para advertir el deseo en los sentidos
Te acaricio, rodeado de océanos, en medio del clamor de la espuma
Sin más virilidad que el deseo, pleno en el horizonte infinito
Me inundan los gemidos en el clamor de tu piel ardiente
Me sumerjo en ti, en medio de la ciudad y el mar de mis delirios
Hasta fundir nuestros cuerpos férvidos, despojados de cordura
Copulando mi hombría con tu agreste vientre
Este amor, rodeado de océanos, entre las colinas de tu pecho ingenuo
Imposible de ser inadvertido, como el valle fértil de tu piel lozana
Se ha perdido en la historia, como el agua en la arena
Colmando de humedad tu matriz que me condena
Desnudo tu cuerpo, en mi jardín de orquídeas y corales
Para escribir en él, con la ternura sublime de mis caricias
Y contemplar absorto la luna creciente de tu sonrisa
Hasta convertirse en marea inocente, iluminada
Este amor, que grita, iracundo,
Déjame conocer la parte oscura de tu piel callada
La de la noche inmutable, la de los gemidos de ciudad
En el clamor de tu desnudez añorada.