Nelly Castell

No creo, dijiste

No creo, dijiste  

 

Fusilen el secuestro al amor sometido siendo virgen

criatura fuera de lo normal, sabor en este tiempo de locos,

de caprichos desatados en noche invernal

 donde el viento helado en la fría montaña empezaba a escalar

 

y se fue opacando el sentido del camino tan estrecho

que debimos seleccionar, fueron los aires   y el despecho

quienes vinieron a atacar, cruel envidia que lucera

 lo hermoso construído con afán, un árbol caído se puede levantar,

 

cuando se es débil un imperio de rosas rojas sin espinas de ese color

escarlata hasta nos prohíbe lo bendecido del aroma para soñar,

ante el desierto, inquietud, dolor que si vives.

No digo que la noche se empecinó ante la cobardía del desvelo

 

acentuado en medio de la oscuridad, peregrinar de figuras todas

en descanso sobre el cabalgar de muros sin doctrinas, y fueron

los principios perdidos, caminaron sin consuelo con un saco viejo 

de amuletos falsos que pudiste cargar.

 

Lo ancestral lloró ante el conocimiento de tu negación fatal,

una sombra en la nada, renunciaste al Dios del Olimpo,

una mentira en tus labios, brota la espada y puñal.

 No se puede negar la esencia sin un ideal.  

 

La seguridad ha sido una antorcha prendida en la soledad

y te pareciste en la mesa al traidor escondido en la falsedad

buscando fuerzas, mentira inaudita que miré con piedad, sin fe,  

  ni amor para el creador, que es bondad.

 

Recostar tu cuerpo al árbol frondoso, ¿podrás?

habitad esplendoroso que no disfrutarás,

a la consciencia, una sola sombra no te calmará.      

 

 

NellyCastell 22-09-2020