El PRIMER BESO.
Su rostro muy junto al mío,
su boca me escupía un beso
y yo: con mis labios fríos,
guardaba mi deseo inconfeso.
Sus ojos eran dos brasas,
abrasando el mismo deseo,
mis labios en leve titubeo,
le ocultaban sus ansias.
Y cual dos opuestos polos.
... Mis labios y sus labios.
Instintivos se unieron solos,
como abejas de mismos apiarios.
No hubo premeditación,
solo un sentir bello y grato,
ni fue superficial atracción,
ni beso muerto en un rato.
Sólo fue un primer beso,
de un primogénito amor,
que sin recato ni pudor,
se hizo secreto confeso.
Autor: Víctor A. Arana.
(VÍCTOR SANTA ROSA)
Septiembre 22 del 2020.