Mi pedacito de cielo,
nuestro tesoro lejano...
He confirmado tu partida,
en medio de éste dolor que me ahoga,
tan grande como la primera vez...
Tuve la plena confianza que
disfrutaría sintiendo,
como crecías en mí...
Esperaba con ansias la noticia,
si, esa que confirmaría tu existencia
en mis entrañas...
Soñé con arrullar tu sueño,
pude ver tu sonrisa,
al menos se que fuiste feliz,
y, fui feliz al ver tu rostro
aunque, solo fue en sueño...
Pero, ¿por qué te fuíste?
Si papá y yo te amábamos...
No es justo que me hayas ilusionado,
se que te lloraré muchas noches,
al igual que mis otros dos amores anteriores...
No se, si es necesario pasar tanto
dolor para arrullarte en mis brazos,
pero, ahora tengo un motivo más:
El haberte perdido también,
un motivo, un gran motivo
que me une más,
al amor de mi vida...