Eché mi barca a la mar
con un claro pensamiento,
saber si era posible
pescar a los sentimientos
Estaba muy animado
confiaba que si podía,
y en mi primera pesca
pude pescar la alegría
Seguía pescando tranquilo
con decisión y firmeza
y pesque a preocupación
que estaba con la tristeza
Tenía una gran red
y se produjo un enredo
y al revisar la red
eran los celos y el miedo
El mar se estaba agitando
y sentí una gran tensión
y pesque a felicidad
junto a la compasión
Cuando pesque a la esperanza
pesque también a sorpresa,
pero la mejor de todas
fue gratitud fina presa
la pesca fue abundante
y al final fue lo mejor
sentí una gran emoción
había pescado al amor
Autor: Alejandro Díaz Quero
Villa de Cura,16/09/2020