El final es para todo
No sé entre cuántas noches entregadas
mi pasión lloraba en las horas negras,
era la melodía de tus besos sin sabor
quien acariciaba y llegaron las flores
del otoño aquel, cayendo despacio sobre
el olor a yerba, húmeda por la alborada,
la terrible, cerraba la puerta gris y negra,
con tantos sueños de primavera agitada
en tantos sueños locos que dentro del alma
almacenaba, fuerte el delirio y cruel espera
que brotara lo sublime, esa mirada con el alba,
una fuerte lluvia cayó sobre el deseo y al amor,
sin decir adiós, la tristeza despacio, lo mutilaba.
NellyCastell
21-09-2020