¿Qué tal si nos volvemos eternos?
y las estrellas que hoy nos miran nos envidien
porque un día morirán.
Los pasos se angustiarán, porque un día pararán,
Los ríos llorarán, porque su cauce cesará,
Los niños nos mirarán asombrados, porque el último día que jugarán descalzos se acerca
Y en el silencio de los momentos tristes
mi mano te acariciará,
será eterno el suspiro,
la mirada, el momento, la caricia, el recuerdo.
Eterna mi voz dándote aliento
Perenne el rayo de la noche que me lleve
Inmarcesible mi luz que te acompañará siempre.
¿Qué tal si nos volvemos eternos amor mío?
Y que nos envidie el viento, el beso, el cielo...