Julio Noel

Un lejano día viajé en las alas del tiempo

Un lejano día viajé en las alas del tiempo

a los campos de azucenas que aroman la Arcadia

y entre sus inmaculados perfumes hallé

la miel de mis sueños y los suspiros de mi alma.

Atrás quedaron las moradas preocupaciones

del mundanal ruido y de sus ruines patrañas,

el afán desmedido por los terrenos humos

de un ridículo mundo inmerso en sus propios miasmas.

Volé en las doradas alas del tiempo

a los áureos albores de mi brumosa infancia

y en los cándidos pétalos de mis blancas horas

hallé el elixir de la más divina fragancia.

Soñé entre los irisados aromas de las rosas,

bebí la luz de sus pétalos y el rubí de su aura,

hablé con el perfume de las flores

y me dormí en los sueños de la divina Arcadia.

Desde entonces las vanidades de este mundo

no son más que sombra de polvo y humo de pajas.

 

Aromas de nostalgia