Quisiera volver a sentir que todo fluye y pasa. Pero esta vez la paz me da la espalda, y en la obscuridad tu ausencia frustra mis largas madrugadas. Creo que estaré bien en algún momento, aunque ya vez, no se me quita la mala maña de apresurar al tiempo. Entonces me sumerjo en una terrible ansiedad de llamarte y preguntar ¿vas a volver? Aunque ya sepa lo que tengo que saber... Y quisiera que por despistada como siempre, entre todo pudiese olvidarte, pero jodidamente vos no sos un par de fechas ni el vago recuerdo del sitio en donde coloque bien no se qué. No, vos no sos un par de llaves, ni sos... ni sos el volcancito de dinero mal envuelto que de seguro perdí en alguna esquina. Sos más que eso para evitar sacarte de mi mente, una silueta de un hombre en llamas que retumban y perturban mi psique, un par de atardeceres que se exactamente donde coloque, pero que no entiendo bien porque tienen la manía de fugarse al anochecer.