Soy un extranjero en mi tierra de cielo gris;
He vivido entre la multitud infinita de hombres;
Podía sentirlos a todos atrapados por el silencio y la muerte.
He querido sumergirme en el hueco de mis abismos,
Y, de pie bajo el ojo siniestro del pensamiento,
Mi corazón no encontró el consuelo del descanso;
Mi melancolía me hizo volver al mundo;
Debajo de mí la vida huyó como un sueño
Y en el cielo estrellado brilló eternamente mi Destino,
Que no estaba seguro de que fuera mío
Y volví a la Atroz Melancolía otro día.