…Y vagar y vagar eternamente
como un cosmos en plena evolución
donde el tiempo no sea ya mi tiempo
ni el espacio, guardian de mi prisión.
Navegar convertido en energía
sin tener ni una sola dimensión
sin buscar ni principio ni destino
sin pedirle a la vida una razón.
Una bola en el billar del tiempo,
un reflejo sobre el eterno mar,
una chispa en el volcán del orbe,
un ¡te quiero! Buscando a quien amar.
Así siento mi vida despeñarse
por los negros barrancos del ayer
solitario, perdido entre la gente
un jinete sin riendas ni corcel,
un suspiro en pos de un sentimiento
un poema sin tinta ni papel.