Que pobres y que tristes son
Los amaneceres campesinos
Con sus niñitos sucios
Hambrientos y mal vestidos
Que el nuevo día no es mejor
Que los otros día vividos
Con el fogón apagado
Y sin un centavo en los bolsillos
Ni donde trabajar el día
Para aliviar su martirio
Para así saciar su sed y su hambre
Y la de sus pobres hijos
Por: Andrea Lina Ferreras