El malabarista de las palabras sacó un arpegio de su maleta
y lo convirtió en mil semifusas.
¡Oh! exclamaron las musas
!es un prestidigitador!
¡Oh! un clamor
!Que la abra! ¡Que la abra!
!Que de nuevo la abra!
¿Que de nuevo habrá en su maleta?
Y de nuevo la abrió
Y sacó
Una hermosa pirueta
Que sin más deshojó.
Y emergieron palomas.
Blancas.
Como quien deshoja una flor.
El malabarista sonreía.
Feliz.
Y de pronto
Tras un velo
Emergió una potranca.
Y el saltó y la montó.
Galopó.
Galopó.
Y se fue cual tranvía
Al azul
Y una luz lo seguía.
Ya habitando en el cielo
En su vuelo
De un tris se esfumó.
!La maleta ,la maleta!
Se quedó tu maleta!
Las musas gritaban
Angustiadas.
Pero nunca volvió.
Y jamás regresó.
La maleta fue abierta
Por la curiosidad
Que tenían las musas.
Boquiabierta
Se quedó la ciudad.
La maleta vacía.
Solo había un letrero
Que decía te quiero.
Como nunca sabrás.