Acromatopsia.
Soy yo, nuevamente, él mismo que nunca fuí. Abro súbitamente mis ojos monocromáticos, miro mis manos y las apreto; estrujo con fuerza el silencio trágico de los átomos que me circundan. Cierro mis débiles parpados, me deleito en silencio del característico y adictivo sabor a vacío del infinito. Abro las cortinas de mi habitación, El cadáver frío de una frágil luz menguante me da cuenta que mi sombra persigue a alguien que ya no está. Miro dentro mi, mis palpitaciones me rasgan lentamente, mis latidos gritan desesperados por socorro. Mis dilatadas pupilas negras divisan pequeños fragmentos de lamentos volando por el paisaje, un puñado de trágicos suspiros tristes vagan muertos por el espacio tácito que me envuelve. Me observo en el espejo, mi mirada está totalmente perdida mirando lo totalmente perdido que estoy yo. no soy más que un holograma gris mirándose a si mismo, no soy más que simples variaciones de una misma tonalidad.