Con el corazón herido y sangrante
pido que seas feliz, amada mía,
pido que todo se te vuelque en alegría
y corras a los brazos de tu amante.
Porque ¿qué es el amor, si no tormento?
puesto que amor es dar sin pedir nada,
es despertar a solas por la madrugada
sin hallar a la mano ni un sustento.
Pero a veces también es alegría
por ese beso matinal que día con día
depositas en mis labios al marcharte.
Y a veces, como hoy, es agonía
porque te veo partir amada mía
sin saber si te vas para quedarte.