Un milagro es tu mirada,
que el corazón me hipnotiza;
un milagro es tu sonrisa,
de soles iluminada.
Es tu boca perfumada,
donde un beso se desliza,
el milagro que precisa
mi Fe en ti resucitada.
Un milagro tu venida,
que todo dolor restaña,
capaz de cualquier hazaña,
despreciando las heridas;
capaz de infundirme vida,
y hacerme mover motañas...