Te quiero y no lo digo,
pero lo sabes.
Porque ardes y quemas,
porque lo sientes,
como el frio.
Te quiero y yo lo callo
y no por no sentirlo,
mi boca muda lo canta,
en silencio,
sin tanto ruido.
Te quiero y lo escondo,
guardado como premio.
Que se aparta, se refugia,
que se envuelve entre lo mas liviano,
lo más loco y lo más cuerdo.
Te quiero y no lo digo,
pero lo sabes aun sin decirlo,
tan especial, tan drástico paulatino,
tan callado, tan distante,
con mucho frío.
Bea Ramírez
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