a mi querida hija y flor, Gigliola Marianela.
Gigliola Marianela
Hubo un día una mariposa
que volaba y sonreía en mi jardín,
era tan distinta y era tan bella
que parecía una eterna primavera,
un sol, una luna y una misma estrella.
Y entonces nos enamoramos
y volamos juntos a muchos lados,
unidos íbamos como en una sola llama
que casi no nos distanciábamos,
ella vivía en mi corazón
y mi corazón vivía con ella.
Y de esa mariposa y nuestro amor
nació posteriormente una flor
la flor más bella de todas,
esa flor se convertirá un día en mariposa
y esa flor lleva por nombre
Gigliola Marianela.
Valentino Malatesta