Escrito Domingo 5 de febrero, 2017.
Hoy es domingo, y recordé que alguna vez escribí..
La vida pasa, los días pasan, las cosas pasan. Nosotros también.
Levantarse cada mañana y darse por enterado que seguimos vivos.
Revisar el lugar y ver lo agradable y bello de la vida, tu compañera de viaje y por ahora, dos acompañantes más, cada uno pensando y reflexionando a su manera cada mañana sobre el objetivo luego de despertar.
Es salir corriendo de casa, como todas las mañanas, porque aparentemente siempre vamos tarde a todos lados, y es que ya el tiempo hizo su trabajo de instalarse en nuestras mentes y tragarnos el subconsciente para no dejarnos pensar en más nada, sólo en el tiempo.
Ah bueno, disculpen, no fue sólo él quién hizo la tarea de deborarnos la conciencia, también el dinero. Y por supuesto, ese es otro que nos tiene controlados: si lo tienes es él quién te tiene, si no lo tienes pues es peor, de igual manera la pelea es con el tiempo para sacarle más provecho para conseguir más dinero, porque al igual que el tiempo, nunca es suficiente.
Y bueno, quizás el querer entender más de lo que el sistema me permite me hace un revolucionario de sistemas, contrario a todos los dogmas y filosofías sin argumentos, es sólo ver el transcurrir mis días de metas y objetivos, conseguirlos con mucho esfuerzo uno a uno, y aún así saber que no sólo eso es suficiente para llegar donde nadie sabe, porque por cada meta alcanzada aparecen dos más con mejores y mayores beneficios.
Entonces esto te lleva directamente al tercer punto, según mi perspectiva, del verdadero cáncer de la humanidad, la 3ra guerra mundial silenciosa que posiblemente tenga unas dos décadas haciendo su trabajo, el interés, acabando con todo sentimiento humano posible: sensibilidad, conciencia, respeto, valores, todo.
Llega la tarde y se acaba la jornada, pero siempre habrá tiempo para sacarle provecho a todo cuando ese todo que buscamos, aún en desacuerdo, es el que alimenta a este absurdo sistema de renta eterna, todo cuesta, todo vale algo, \"nadie da puntada sin dedal\" dice mi santa Madre. Entonces es una batalla constante y permanente, crees que escribir diciendo lo que no te gusta te hace menos responsable, pero no, eres uno más; crees incluso que salir abierta y públicamente diciendo lo que está mal, llegando hasta nombrar a los responsables de este \"abominable hecho humano\" te libera de culpas, sin embargo, terminado el mitin y el discurso de palabras te vas a celebrar creyendo que llevas los bolsillos repletos de tiempo y dinero, a disfrutar no sólo en los espacios más Sistemas del Sistema, sino con el mayor Interés cobarde, asumiendo también que mañana cuando te levantes será otro día.
Llego a mi casa y vuelvo a recordar que y quien era esta mañana, y el objetivo que perseguía. No se hace fácil, pero es la mirada de mis compañeros de viaje la que me lo recuerdan, aún y cuando ellos al vernos a su Madre y a mi, sólo observan la carrera que llevamos contra el tiempo, por dinero, con mucho interés, cada uno por su lado pero con los mismos objetivos.
Vuelve una vez más mi cabeza a la almohada, evidentemente a intentar descansar, hace un tiempo que por estos lados del planeta no se duerme, sólo se sueña.
Vuelve una vez más mi cuerpo a estar en reposo bajo la luna. Quizás no donde quiero pero si con quienes amo.
Mi esperanza, la de todos, la que nunca se pierde, también sueña con un mejor día de mañana, y para eso, además de derrotar al sistema debemos derrotarnos a nosotros mismos, esta extraña, inútil e idiota forma de vivir, que por los vientos que soplan nos van a seguir manteniendo a la catastrófica debacle en la que nos encontramos sumidos.
Sólo la gente salva a la gente.
Feliz nuevo y buenos días.
ma2c.