No podrán arrebatarme la alegría
ni la lucha por ser como deseo
cargarán mis espaldas de cadenas
pero no embaucarán mi pensamiento.
Llevaré el corazón en bandolera,
La verdad como un arma arrojadiza,
La mirada como un faro en la noche
Iluminando la mar con su sonrisa.
Denunciaré sus doctrinas y sus credos
Desgarraré sus banderas asesinas
bendeciré sus templos con canciones,
desmontaré sus engaños y mentiras.
No podrán impedir que sea libre
Que me sienta persona, no herramienta
Sufriré y gozaré hasta las raíces
luchare sin amaños y sin tregua
hasta que el cielo y el mar unan sus auras
y la utopía nos abra al fin las puertas