Me obsesioné con ella, parece ser normal,
frente a una chica bella de rostro sinigual.
Extraña su belleza, de forma no visible,
como en la mona lisa parece indescriptible,
en medio del enigma, lejos de lo tangible,
que solo ven los seres de corazón sensible
Tocar sus sentimientos será una gran hazaña,
al que obra con justicia, la suerte lo acompaña.
Me mira tan distinto, de confusión total,
que yo le cause gracia, parecerá imposible
parezco de su mundo, la cosa más extraña.
No hay posibilidades de darme por vencido,
hacerla tan dichosa lo tengo decidido.
Le llevaré mil flores también su serenata,
pidiéndole con versos, que no se porte ingrata,
que me permita verla, porque su amor me mata,
y que con su mirada mi pasión se desata.
Aunque la tenga lejos me siento tan cercano,
con gran pasión por verla la busco tan temprano.
De que también me quiere, ya vivo convencido,
espero no se tarden los besos de mi chata,
a veces ya me sueño tomándole su mano.
Que nadie la descubra la luz de su belleza,
tan solo toda mía la luz de su grandeza.
Que nadie en ti se fije, te quiero tan distante,
a pesar de que a veces luzcas tan elegante,
que nadie te pretenda, ni siquiera un instante,
en eso de admirarte los llevo por delante.
Pero si tú me quieres que te idolatren tantos,
que mil admiradores contemplen tus encantos.
Eres en mi la joven que tiene realeza,
luciendo tu figura por mi alma tan brillante,
a la que le dedico lo dulce de mis cantos.