Hermosas dueñas de la inspiración
sacras vestales del templo de la poesía
verted el cáliz de vuestra ambrosía
al yermo lecho de mi lírica habitación
vestid mis versos de bella emoción
que el sol caliente mi amanecer de cada día
mi pluma pinte penas, de alegría
y entregue amores mi desprendido corazón
regad las flores de mi pensamiento
dormid tranquilas en un hueco de mi almohada
rozar mi piel con vuestro puro aliento
que nunca falte el agua en mi cascada
que pueda seguir regalando mi sentimiento
respire, así, mi alma enamorada
Chus Castro 21/09/2020
A ritmo de soneto (“endecandrino heroico”)