Cantos de sirenas atrapados
entre arácnidas máscaras
durante la ceguera besada
sin descanso
primicias de labios flotantes
y agasajos lunáticos
que se ignoran mutuamente
a lo largo del confín
de la piel atonal
sitiada por el tacto desertor
de los sueños
polizón de rostro fértil
oculto al tañido antiguo de la hierba
la edad seductora de las quimeras
contemplación que nos inaugura