En las orillas de un cenote
Se bañaba una mestiza
De pronto sintió una punzada
Cómo cuando clava sus aguijones el pesar
Entonces rodó una lágrima
Encerrado el ella un pedacito de corazón
Tal ligera lo sintió el agua
Que desde el fondo la corriente lo arrastró
Oh milagro de los cielos!
Al pedacito salieron aletas y por océanos viajó
Quedó varado luego en la ribera
Del Río de la Plata sin duda alguna
Y como para Dios no hay imposibles
Las aletas transformó en alas
Y así las pampas atravesó
Hasta el hogar de cierto gaucho
Dónde por fin su historia en versos le narró
Después de escucharlo muy atento
El noble gaucho en su mismo pecho preparó
Un rinconcito que fuese solamente para él
Y desde entonces soñó con aluxes y con selva
Soñó tambores y pirámides
Y con una mestiza que sin ver le cautivaba
Mientras ella en su hamaca imaginaba
A galope abrazando la cintura
De un vaquero de las pampas
Despertaba sorprendida en las mañanas
Sosteniendo en sus manos boleadoras
Y en las brumas de sus sueños repetía:
Argentina, Argentina...