Entre tirar y aflojar,
que es el ir por la vida,
la flor de la primavera
de a poco quedó marchita
El invierno, inesperado
con sus nieves
mis sienes ha plateado.
Las horas he agostado
entre el andar y el andar,
por encontrar el camino
que me lleve hasta el destino
adonde quiero y no puedo llegar.
Porque es así, a mi pesar,
el vaso que llené
con aquel vino añejado
quedó hace tiempo vacío.
Aunque manoteé la botella
no encontré con que llenarlo,
solo borras han quedado
de aquel vino madurado
Todo, todo está perdido
tan solo queda el olvido
de todo lo que he soñado.
Muchos caminos he andado
sin poder encontrar
lo que tanto he anhelado
Al contar con más de ochenta
ya voy perdiendo la cuenta
de los años que he vivido
para arribar fatalmente
al lugar que han elegido
para entregar la osamenta
que me prestaron ayer…