Poesía póstuma
Tulipán prendido en el mármol de mi cuerpo,
exangüe figura, llenando la nada, cubriendo
mi faz con su ternura abrumadora, siempre
vestido del hoy porque nunca fue la aurora.
Caminas en mi huerto las hojarascas mustias.
Este otoño tan caprichoso, fuiste vida pasada
sabor de aroma con piel de oso, dormido y no
piadoso, broma incalculable de aquel huerto
absoluto en noche de sueño tan astuto, revolcó
gala de sueltos sueños, celosos, boca mentirosa
lujuriosa por ternura la más insípida que abrió
sepultura a la encerrada duna, temor a infancia
dañada a ti guardé. Te abriste ¡oh mes de mayo!
forma de muerte dormida sobre mi piel, y desaté
la ternura bravía y echaste los celestes huesos en
fosa sin saber. Mente estupefacta se desprende de
la risa, en llanto gemía a tu espalda sin placer, y
saborea el fruto tardío en un vientre sin mariposa.
Voló, volé tu lujuria espantosa, sin el sabor carmín
en besos, reposa en el mármol frío arcáicos huesos.
NellyCastell