yoselynes

Triste drama señora dama.

Así desterró al olvido todo aquello que soñaba... 


Ella permitió a la lluvia colarse en su ventana  y así se fue envenenado su alma, ¡y alguna otra más!

No podía, o tal vez no quería soltar las cadenas con las que a él se ataba 

y de esa manera, a aquel infierno del que se quejaba

ese al que tanto decía que odiaba sin darse cuenta ella otra vez fue a parar.   

De brazos cruzados y rebajados a espectadores

así quedaron algunos de sus tantos héroes. Sin embargo otros cuantos  

esta vez serán los villanos en esta nueva versión de su historia.   

Y así.  Entre las paredes de un hogar que le asfixia y le atrapa 

el personaje “amante y víctima” va protagonizando su propia historia.   

Unas copas de vino mientras cae la noche algunas líneas de más  y ella permanece callada. 

Parece llorar y parece reír. Nada le cuesta fingir.   

Los días pasan entre la cocina, series de narcos y programas de prensa rosa

mientras ella espera que el tiempo borre sus penas 

y reúne valor para ocupar su lugar.   

Copas de vino mientras cae la noche, y el marido llega 

Se cuenta en gramos todo cuanto tienen en común

Una pareja, una familia una historia más que se archiva en expedienté 

y una sociedad que permanece callada.  parece llorar y parece reír.

Nada le cuesta fingir.   

La mente se duerme y el cuerpo envejece una mujer que maldice y un hombre que miente. 

Se mienten. 

La casa le cansa y ella grita  otra vez ¡Puta! él también sabe gritar.

Las cuentas amargan y las culpas embargan  ¡Al igual que los bancos! 

los insultos son rutina  ya todo da igual  Nervios que hacen perder el control  y él le vuelve a golpear.                     

¡Ella se miente!    

Se mienten.   

Unas copas de vino mientras cae la noche algunas líneas de más y aún ella permanece callada. 

Parece llorar y parece reír. Cada vez cuesta mas fingir.   

Fotos familiares disimulando resacas

amigos en casa y el tiempo aumenta los vicios

ellos se someten. 

Sobre su cara maquillaje barato oculta las penas 

sonrisas forzadas, palabras que hieren 

y en medio de tal escenario,  un niño crece.

             Al mismo tiempo que mientes...   

Tu hijo crece. 

Tú hijo, crece.