Espera el beso,
ya llueve el alma,
los días corren
y no hay mañana.
Caen las hojas,
el viento calla,
y sin olvido
sucumba el alba.
Ocaso eterno,
eterna diaspora,
nubes oscuras
y nadie llama.
Espera el beso,
rocío y calma,
una flor mustia
sobre la almohada.
Te quiero y duele
tocar tu espalda,
sentir tu aroma
entre las sábanas.