Me digo a mí misma, que hermoso sería tener un estante, en donde poner mis libros. Recupere algunos libros, cuyo dueño era mí Nonno, estos tienen más de 100 años. Es hermoso sentir el aroma que largan estos libros, sus hojas pintadas de un color café, por la vejez. Que placeres tan pequeños, pero que disfruto de alguna u otra forma... La vida paso para mí Nonno, esta pasando para mí y también para estos libros. Aunque espero que duren muchos años más, más que mí Nonno, mas que yo... Ojalá más que mis hijos.
Ojalá que perduren para toda la vida.