Ven a mí...
Ven a mí... No digas nada.
Aférrate a mis brazos fuertemente,
sepulta a aquella historia terminada
se feliz, se tu misma, se consciente!
Todos tenemos un pasado en nuestras vidas
que ha truncado quizá una esperanza,
pero que ello no te marque ni permita,
no volver a sonreír o ser amada.
La vida continúa y es muy bella,
pero corre deprisa niña mía,
nos encanta observar a las estrellas
pero aún más... sentir una caricia !
La mía yo te doy, mas no es lo mismo,
aunque tierna lo es y muy sincera,
tu mereces encontrar otro destino,
pues el mío lleva varias primaveras..!
Luis A. Prieto
25/03/2006
Bs. As.
Arg.