Me lastimó y me dolió, causo honda herida a mi corazón, pero no era su intención,
cometió un error y
sembró dudas sobre mi amor, pero esa no era su intención.
Llore, sí llore de rabia, muy bien sabía que en parte la culpa era mía,
algunas veces también estuve ausente,
difícil es saber lo que a la otra persona le gustaría que pensarás
o hicieras ante situaciones nuevas.
Ahora, aunque no todo está perdido si quedarán cicatrices y marcas
que un principio dolerán, pero con el
paso del tiempo ya no dolerán más,
será un recuerdo, si un recuerdo y nada más.
Experiencia, una lección que aunque no era su intención he aprendido,
valerme por mi mismo en cuestiones del corazón,
saber que más de una vez hay que hacerle caso a la razón,
aunque esa no era mi intención.