Durante las excesivas evocaciones
del resto de un decolorado calendario
no me pienses en el terruño de mi origen
ni bajo la llanura donde será mi descanso.
No me imagines solitaria
no me presumas apenada.
Piénsame soleada, sonriente,
genial, vital, llena de gracia:
¡recuérdame de ti enamorada!
Yo no he de imaginarte ausente, inmutable.
No te repasaré tosco, hiriente, frío y callado.
Bizarra, de naturaleza te supondré desnudo
y así… entonces… te recordaré mil veces
y otras mil… y mil por mil veces más
con tu esencia diciéndome ¡te amo!
Y es que ya nada más importa
que de espíritu, ánimo y garbo
sabernos níveos, divinos, llanos.
Más aún que ayer y hoy -no sé si mañana-
sonando cual seductora danza de retazos
de la pertinente y encantadora muerte
ya escuchamos sus puntiagudos pasos.
Me iré en un beso, en mi cruz, en algún llanto.
Me iré en un verso, en mi luz, en algún canto.
Como sea que Dios decida
me iré sin escándalo, y tú
no tendrás que enterarte.
De otros será el privilegio
el primer dolor de mi viaje.
Solo debes incorporar que con énfasis
he de evocarte en mi ulterior instante.
Y es que a donde sea que vuele
firme ubicaré mi estandarte
y coherente con lo que fui
- predilecto en mi espíritu -
por intuición, recelo y deleite del alma
en lo único eterno de mí…
amor… he de cuidarte.
.
.
.
P-Car
https://poesiasdepaty.blogspot.com/2020/01/mil-por-mil-veces.html
Paty Carvajal-Chile
Derechos Reservados
Propiedad Intelectual
Imagen: Adam Martinakis