Mis manos...
esas que hábiles
ilusionan con su arte
que suaves enamoran
esas manos ágiles
que maravillan independientes.
Hoy crispadas
se aferran a la baranda del puente...
angustiado, asomo mi cuerpo
los ojos se caen interminables, hacia las vías
las manos, mis manos
húmedas, casi se deslizan
acompañando al resto del cuerpo.
En mi garganta, se agolpa
la angustia irrefrenable.
El rostro perlado, se desencaja ante el vértigo
mi boca seca se abre al abismo.
Debajo inprevistamente, irrumpe el tren
perseguido por el contenido de mis entrañas.
Satisfecho y confortado
compongo mi personaje
sacudo discreto mis manos
las que ya secas y frescas
acompañan por detrás
mi paseo por el puente...