Soy sospechoso de amarte,
de colarme en tus sueños
y perseguir tus ausencias.
De fundirme en el viento
para cazar tu fragancia,
de melocotones maduros
y hojas de menta.
Soy culpable de desear tus labios
para robarte los besos,
tus pasos sin huella,
tu primavera inquieta.
Soy ese ladrón oculto en la noche
que esgrime poemas
y espera impaciente asesinar tus soledades.
Soy el que te mira de reojo
para colarme en tus pensamientos.
Ser el latido constante que pisas
al despertar en mi sueño.
J.C. Luzardo
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