El sol lento por levante dora las verdes montañas,
es un seductor instante que enternece las entrañas.
Cautivo ante esta belleza, rindo humilde pleitesía
al Ser que por su grandeza me brinda este bello día.
Está lleno de terneza, siendo perfecta armonía
cargada con la pureza que despierta la alegría.
Son los grandiosos momentos que causan mi sonreír
despertando sentimientos de paz para compartir.
La maravilla reinante, no posee telarañas,
muestra singular viveza que induce la poesía
y canta a los cuatro vientos la alegría de vivir.